El jardinero criollo de los Angelinos de Los Ángeles no ha sido el mismo pelotero a la ofensiva cuando sale de casa. Sin embargo se toma el tiempo para mejorar en su mecánica, en donde dice tener un problema
Cuando el nombre de Bob Abreu se deja escuchar en los oídos de los seguidores de la pelota, muchas cosas vienen a la mente, siendo una que no faltará, su dedicación y regularidad, la cual lo han guiado a través de sus 15 temporadas en el mejor béisbol del mundo.
Como todo jugador de pelota, Abreu no es la excepción cuando de seguir sus propios números se trata, sacando pecho cada vez que ha sumado un nuevo récord a sus ya grandiosos números, récords que se han venido multiplicando en los últimos dos años.
El único venezolano en alcanzar los 500 dobles de por vida sin embargo tiene una preocupación en su mente: su ritmo con el bate fuera de casa. El jardinero de los Angelinos de Los Ángeles no ha sido el mismo en la carretera este año, y sus estadísticas así lo revelan.
No tienen sentido
El maracayero tuvo un reciente encuentro con los medios, en donde dejó claro que no entiende que la he venido pasando.
“Es increíble”, comentó Abreu acerca de la disparidad que existe entre sus números como local y la comparación con los de fuera de casa. “De verdad no lo puedo creer, siempre ha sido igual (estadísticas parecidas en años anteriores). Pero nos quedan, qué, ¿50 juegos en la carretera? Los colocaré a la par”.
“El Comedulce” conecta para .315 en casa con cinco jonrones y 17 remolques en 29 juegos, pero en la carretera apenas suma .212 a la hora de batear, con dos jonrones y 15 remolques en 33 partidos.
La noche del viernes se puso manos a la obra de cara a mejorar sus números, conectando un sencillo remolcador en su segundo turno ante los Dodgers. Igual Abreu está sumergido en un slump en donde va de 44-8 en las últimas dos semanas en la carretera.
“No estoy feliz con mi swing en estos momentos. He estado jalando mucho la pelota, pero es sólo eso, ese es el problema que he venido teniendo ahora mismo con mi mecánica”, añadió.
Los lanzadores rivales saben lo del venezolano, y se han dedicado a sacar provecho, trabajando agresivamente la parte interna del plato. “Ahora mismo, ellos vienen directo a mí”, dijo. “Me han estado golpeando bastante, lo que tengo que hacer es comenzar de nuevo a llevar la bola hacia el otro lado… tratar de trabajar la cuenta mejor y llevar la bola a donde es lanzada”.
Le dieron su descanso
Con un partido de día el pasado jueves tras jugar en la noche del miércoles en Oakland, su mánager Mike Scioscia le dio el día libre. Fue apenas el tercer día libre del año para el criollo de 36 años, quien ha iniciado en el jardín derecho 57 veces, mientras que ha visto acción como designado en cuatro oportunidades.
Pero no fue un descanso físico, a la vez que el piloto lo manejó como algo mental. “Mentalmente fue bueno para mí”, dijo Abreu, quien pasa bastante tiempo estudiando videos para encontrarle solución a los slumps.
“Fue bueno la verdad. Un día libre como ese no es problema, podría ser bueno para mí. Ahora puedo salir al ruedo y hacer los ajustes que necesito”, finalizó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario