Ya venía lanzando bien antes de que le robaran el famoso juego perfecto, pero tras dos salidas luego del mítico juego, el derecho sigue lanzando como un verdadero pitcher de grandes ligas
Daniel A. Mora
fArmando Galarraga estuvo a un out de perder en su última apertura el pasado domingo ante los Piratas de Pittsburgh, pero en cambio un enorme jonrón de tres carreras de su compatriota Miguel Cabrera, salvó la sobresaliente actuación del derecho de los Tigres de Detroit, quien se ha convertido en un pitcher dominante y rendidor esta campaña.
Es verdad que el venezolano ha ganado una fama notable tras aquel partido perfecto de 28 outs y que no cuenta en la historia tras el garrafal error del árbitro de primera, pero también es verdad que para un lanzador que arrancó su año en Triple-A, las cosas han tomado un giro quizás esperado.
Ya lo había hecho Galarraga hace un par de años, cuando llegó desde los Rangers de Texas sin pena ni gloria, para convertirse en el lazador más regular de Detroit ese año, sumando 13 victorias. El 2009 fue uno irregular para él, intercambiando buenas salidas por malas rachas durante toda la campaña, pero este 2010 ha sido diferente.
Ha sido una campaña de ajustes y ligeros cambios que le han funcionado, su efectividad de 2.67 habla por sí sola tras cinco aperturas y una aparición como relevista.
Mejor control
Cuando se observan sus números podríamos darnos cuenta que Galarraga no ha dado muchos boletos en 33.2 innings de labor esta campaña. El derecho tampoco es lanzador que ponche a muchos rivales, ni uno que los obligue a dar alguna buena cantidad de rodados, así que mantener a los contrarios alejados de las bases podría ser un problema para él.
Una vía para este tipo de lanzadores es otorgar boletos, lo que no ha hecho al sólo otorgar siete durante ese trayecto, algo que se vuelve más impresionante al saber que caminó tres en su primera apertura ante Boston, significando que ha dado apenas cuatro boletos en sus últimos 28 innings.
Mantener un buen radio de boletos por cada nueve innings es una de las cosas que tiene que seguir manteniendo el criollo, quien caminó a 4.20 por cada 9.0 innings el año pasado. Más boletos podrían significar un aumento considerable en su efectividad.
Más contacto malo
El cumanés de 28 años ha fallado algunos bates este año mucho más que en sus campañas anteriores. Con apenas 13 ponches y un radio bajo de 6.4 de porcentaje de swings que fallan la pelota, sus compañeros en la defensa seguro que han tenido que trabajar bastante. Pues el trabajo no ha sido tan duro.
Galarraga ha venido induciendo un mal contacto, quitándole un poco de presión a sus compañeros, quienes igual tienen que realizar bastante jugadas para él. A pesar de que le conectan para 74.1 comparado con su average de 66.4, igual los contrarios no han llevado la pelota muy lejos ya que sólo cuatro de los 48 elevados que ha permitido han dejado el terreno.
Trabajando bien la cuenta
De los 131 bateadores que ha enfrentando el venezolano esta campaña, contando su salida del domingo, 67 de ellos han comenzado abajo en la cuenta 0-1, mientras que otros 18 han colocado la pelota en juego, significando que el derecho ha estado comenzando arriba en la cuenta por sobre el average de la liga.
Y ha estado viendo los resultados. En su primer lanzamiento, los contrarios van de 18-4 con sólo un extrabase, ya que una vez abajo 0-1 los rivales le batean .175. Esos números son parte del buen año de Galarraga, quien posee un excelente WHIP (BB y H permitidos por entrada) de 0.980.
Más rectas y menos cambios
Es bien conocido que el derecho bengalí tiene un lanzamiento prodigio en su repertorio, la slider, pero esta campaña ha obtenido mejores resultados gracias al uso de su recta, la cual llega hasta las 95 millas.
Galarraga ha lanzado más rectas este año, de acuerdo a sus números, el criollo lanzó 49.1% de rectas en 2008 y 48.9 en 2009, pero este año ha sido diferente, y por mucho. Esta campaña 2010 ha visto al lanzador bajar con recta en el 64.9% de las veces, quizás haciendo énfasis en aquel comienzo con ventaja en la cuenta.
Todo eso pasa por el hecho de bajar el uso de su slider desde un 38% a un 32%, pero también su cambio, el cual prácticamente ha eliminado de su repertorio al ya casi ni usarlo.
Aunque es difícil saber que el criollo siga manteniendo esos buenos números, ya que los scouts dicen que es un pitcher que tiende a sufrir regresiones en su trabajo, la verdad es que el ajuste en su mecánica y los pequeños cambios que ha hecho Galarraga le han dado resultados.
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