viernes, 28 de agosto de 2009

Un cierre fuerte de campaña es la meta de Anibal Sánchez

El criollo quiere volver a ser el mismo del 2006

Libre de los males y dolores que venían afectando su hombro de lanzar, el derecho de los Marlins de Florida tiene en la mira recuperar la forma que lo llevó a ser una total revelación cuando ascendió al equipo grande hace cuatro años y lanzó un no hit-no run

Sánchez subió como la espuma cuando debutó en el 2006, desde entonces todo ha sido un calvario

Daniel A. Mora
danielmora11@gmail.com


Los Marlins de Florida no pudieron pedir por un mejor regreso a la rotación de abridores del venezolano Anibal Sánchez la semana pasada. Y es que su presentación y dominio ante los Bravos, sencillamente no estaba en los planes inmediatos. Apenas en su segunda apertura desde el pasado 2 de junio, el derecho coqueteó con un juego sin hits-ni carreras, tras amarrar a la novena de Atlanta los primeros 5.1 entradas que trabajó.

La magia se la rompió el menos esperado, Javier Vázquez, el abridor de turno de los Bravos esa noche y no muy conocido por ser un pitcher que haga buen contacto. Al final, y como visitante, Anibal completó seis entradas de apenas par de hits y una carrera, con dos boletos y la bicoca de siete ponches. Prueba superada.

Libre de dolor en su hombro de lanzar, el nativo de Maracay sólo tiene en mente recuperar su mejor forma de cara a meterse de lleno en la lucha de su equipo por un puesto en la postemporada de esta campaña, y esa forma física que lo llevó al estrellato en el 2006, tras convertirse en apenas el segundo venezolano (en ese momento) en lanzar un no hit-no run en la historia del país, y el cuarto en las páginas del equipo de Florida.

Largo camino


No ha sido fácil, por lo que mantenerse sano es la consigna. Una lesión en el hombro, sumado a una tragedia familiar han sido sus peores enemigos, en parte descarrilando la prometedora carrera de este incansable luchador.

El viernes fue su mejor recompensa en mucho tiempo, aumentado su confianza y de paso la de su equipo, el cual lucha por un cupo para sobrevivir y estirar su campaña. Sus números la noche del viernes ante Atlanta, son números de as, una posición en la que ya estuvo una vez, pero la confianza está de regreso, así que parte de él sabe que puede volver a ser el mismo; joven aún es.

Con 25 años acuesta, esa presentación del viernes ha sido, quizás por mucho, su mejor regalo en unos últimos tres años de pesadilla.

“Todo lo que pensaba esa noche era salir a lanzar y no tener ningún dolor”, aclaró el criollo, quien llevaba dos meses en la lista de lesionados, en una entrevista concedida al Miami Herald. “No me importaba esa noche como me fuera en números, sólo que mi hombro no me doliera”.

No ha sido fácil, el camino ha sido largo estos últimos tres años tras terminar con récord de 10-3 y efectividad de 2.83 en el 2006, tras ser llamado a finales de junio ese año. Al rato en septiembre vino su hazaña del no hit-no run. Todo cambió entonces.


Comenzando el 2007, Sánchez se daño el labrum, por lo que fue a parar al quirófano y se perdió el resto de la campaña. Unos meses después, lo peor para él y su familia, luego de que su recién nacido hijo de tres meses murió de paludismo. El camino nunca fue más duro, asegurando en entrevistas posteriores que tras el fallecimiento de su primogénito, volver al béisbol ya no le importada, perdiendo las ganas de seguir adelante tras tantos años de lucha.

Su hijo fue la inspiración, pero...


Un par de meses después de la tragedia familiar, Anibal cambió su parecer, continuó su recuperación, lo pensó bastante y regresó a Estados Unidos para dedicarle el resto de su carrera y vida a su recién fallecido hijo. Pero las cosas no salieron del todo bien.

Sus números y físico no lo acompañaron tras el largo proceso de recuperación, finalizando el año 2-5 con una efectividad de 5.57 en sus 10 aperturas del año al final de la campaña, admitiendo luego que su hombro nunca había estado al 100 %. Sin embargo este Spring Training su confianza era distinta, asegurando que no pasaría mucho tiempo para recuperar su mejor forma del 2006.

Se equivocó. Luego de ganarle a los Bravos el 16 de abril, de apertura en apertura cada vez se fue haciendo peor el resultado, finalizando su periplo el 7 de mayo ante el mismo equipo de Atlanta, quienes parecen siempre seguir de cerca la suerte del criollo. Esa noche en Miami, tras lanzar tres innings, Sánchez sintió un fuerte y penetrante dolor en su hombro otra vez, era todo para él.

“No tenía nada que ver con alguna cirugía”, dijo el coach de los peces, Mark Wiley. “Era una parte distinta del hombro, una lesión que obtienes luego de golpear tu hombro contra algo. La inflamación se hizo presente entonces para acompañar el dolor”.

Error gerencial

Los Marlins quisieron apurar a su lanzador derecho de regreso al equipo grande, lo que fue un error que no resolvió el problema, sino que lo empeoró. Pero con un par de semanas libres, y cinco grandes actuaciones en las menores, finalmente parece que Anibal Sánchez esté caminando por la dirección correcta.

“El viernes (pasado) fue grandioso porque pareció dejar muchas cosas en el pasado”, dijo Wiley. “Cuando te operan y luego tienes otro problema en el hombro, entonces tienes una tendencia a dejarlo en tu cabeza. Afecta tus lanzamientos y tus decisiones en el campo. Creo que él fue como lo llegué a ver como scout en el 2006. Él era bastante especial”.

Su mánager no se quedó atrás, diciendo que quedó impresionado con la forma como el maracayero había combinado su bola rápida entre las 91 y 94 millas. Sánchez dijo que lo mejor de todo es no tener dolores cuando viene con lanzamientos quebrados.

“Usualmente me dolía mucho cuando lanzada la curva”, dijo el criollo. “Es por eso que no tenía mucho control sobre mi bola o no lo usaba bien. Luego de la última salida de rehabilitación, me sentí bine, ya no podía hacer nada para estar mejor”.

Con tantos problemas en la rotación del equipo, que sin embargo se ha mantenido en la pelea en el Este de la Nacional, igual que en comodín, Sánchez es como uno de esos cambios que normalmente los equipos buscan al final de la campaña para mejorar sus chances de pasar a la postemporada.

Es por eso que Wiley espera que el brazo descansado de Sánchez pueda proveer a los Marlins un gran empuje de cara a la lucha por un puesto en los playoffs. “Cualquier equipo gustaría de tener un brazo fresco al final de la campaña”, agregó el coach.

El criollo, quien tiene tras la apertura del viernes, registro de 4-9 con 5.30 de efectividad en 18 aperturas luego de la cirugía en su hombro derecho, dijo que siente la obligación de finalizar el año con todo, siendo algo que le debe a sus compañeros,.

“La única cosa que tengo que decir acerca de este equipo es que ellos me han dado bastante apoyo, mucha motivación. Siempre han estado allí para mi, felices por mi... queriendo que lance. Ellos saben lo que puedo hacer, así que me motivan y justo es eso lo que quiero hacer. Muchas personas creen que algunos juegan para si mismos, pero yo lanzo para este equipo. Tenemos chance de hacer la postemporada y yo sé eso”.

“Lo único que quiero hacer es ayudar para llegar allí”, concluyó el venezolano.

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